martes, 14 de julio de 2015

La discapacidad no está reñida en absoluto con la felicidad

Benalmádena es un buen lugar para pasar una semana de vacaciones para cualquiera, tienes todo lo que busques en un radio de pocos kilómetros. Si os soy sincero, no es mi prototipo de vacaciones, egoístamente hablando, este que escribe se iría a un campamento multiaventura en algún valle asturiano o a recorrer, mochila al hombro y en bicicleta, un buen trecho de caminos y carreteras europeas con el Danubio como compañero... Pero no creo que sea lo más aconsejable para dos enanos de 4 y 8 años, aunque seguro que no sería el primero... Así que me tuve que conformar con la caída libre del Tíboli y el Kamikaze del Acualand, menos es nada.

Y en este remanso de sosiego y desconexión de lo cotidiano, uno de los últimos días, mientras leía el periódico acompañado de una cerveza bien fresca, me encuentro a dos chicos que pasan a mi lado, uno de ellos con Síndrome de Down y otro con un pantalón de chandal negro y una camiseta de Iron Maiden del mismo color. ¡Qué calor!, pensé.

Los seguí con la mirada y acabaron sentándose junto a un grupo de compañeros y compañeras en el que todos presentaban alguna discapacapacicad, salvo las dos monitoras que los acompañaban. 

En ese momento uno de ellos, con una toalla que rodeaba su cuerpo por debajo de las axilas acompañado de una pamela en su cabeza les deleitaba con un pase de modelos. Todos reían sin excepción, incluso el resto de bañistas que nos percatábamos de lo ocurrido esbozábamos una sonrisa. 

Más tarde, en el comedor, nos tocó una mesa junto a ellos, autosuficientes almorzaban como el resto de comensales de la sala, durante la comida un "hola" salió de la boca de una de las chicas que saludaba a mi mujer, la cual le recordaba por sus gestos y su parecido físico a Petri, con la que tantas horas había pasado en la tienda.

Nos encantó tener como compañeros de hospedaje a este grupo, que sin duda disfrutaron de su estancia tanto o más que nosotros y es que como dice la leyenda de la imagen, "la discapacidad no está reñida en absoluto con la felicidad", como muestra un botón.



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